jueves, 31 de diciembre de 2009

Despedida

El chico miraba desde lo alto, absorto, intentando sumergirse en las profundidades de la ciudad. Lo veía todo oscuro, como siempre, nunca había conseguido integrarse, tampoco se lo permitían.

Poco a poco, moviendo los pies hacia delante, se acercaba al abismo.

No era la noche que soñaba, esa noche que había anhelado durante tanto tiempo. No llovía ni se veian las gotas formar charcos, creando ondas en su superficie, ayundando a llegar a la calma. No había una densa niebla, que escondiese su verguenza, que le dejase por un momento con la cabeza embotada, que ocultase su sombra. No había nadie en la puerta de atras, nadie quien la abra, nadie a quien mirar. Desde luego no era la noche perfecta.

Desde luego sin saber que hacer. Un último paso, un último suspiro.

¿Vuelta a empezar?

1 comentario:

Joseba Martínez Gago dijo...

Nuestra vida es una continua vuelta a empezar. Pero empezar no significa partir de cero. Eso es imposible. Todo lo que ha habido antes no marca demasiado como para partir de cero cualquier cosa.
Un beso