Aprendemos a elegir nuestro camino así como aprendemos a elegir a las personas. Aprendemos, o eso pensamos, a distinguir el bien y el mal.
A lo largo de los años evolucionamos como personas, nunca conseguiremos nuestra identidad, nuestro "yo" definitivo porque siempre estamos evolucionando. Con cada paso, a cada instante, con cada página que pasamos del libro.
En esta lucha que es la vida, yo me busco a mi mismo, busco evolucionar y busco aprender día a día.
Y al final, aunque sea breve, solo por un instante, también busco la libertad.